¿Click a mi familia o click a la pantalla?

No podemos negar que las pantallas son parte de nuestra vida y llegaron para quedarse. Sin embargo, no le dediquemos más tiempo del que se merecen.

Si miramos hacia adentro de una familia, podemos encontrar a un papá ocupado viendo series, a una mamá sumergida en los chats, a niños fascinados con los videojuegos y adolescentes enganchados en las redes sociales. Y eso sin contar trabajo y escuela.

Cada familia tiene un ritmo de vida diferente, dependiendo de los horarios de sus actividades diarias, pero eso no impide que busquen acercarse lo más que puedan. Te propongo que hagas click con tu familia reduciendo el tiempo en pantallas:

1.  No lleven celulares ni tabletas a la mesa.

Elijan esa hora del día en la que tienen menos prisa, quizá la comida o la cena. Las pantallas no están invitadas. Aprovechen esa oportunidad de oro para charlar y mostrar interés en las personas que más quieres.

2.  No lleven pantallas a la hora de dormir.

Que sea una regla que aplique para toda la familia.

Antes los niños dormían con un peluche o un juguete, ahora duermen con la pantalla al lado. Y los adolescentes y adultos siguen despiertos hasta altas horas de la noche.

Dormir mal y poco trae consecuencias en el estado de ánimo y en la salud.

3.  Pasatiempos sin pantallas.

Hagan una lista de actividades que promueven la convivencia familiar y denle lugar en su fin de semana. Los juegos de mesa y los paseos recreativos siguen siendo divertidos. Dale gusto a chicos y grandes, que tengan su turno para elegir su pasatiempo favorito.

4.  Atrévete a dar el paso.

Estamos tan acostumbrados a usarlas que cuesta desprenderse. No tengas miedo de iniciar el cambio en tu familia, tu ejemplo les ayudará a ver que la vida también es divertida sin una pantalla.

¡Nunca es tarde para comenzar a compartir más con tu familia!