Cultivando la asertividad en la adolescencia: inquietudes frecuentes en torno a la afectividad en nuestros hijos

A menudo, como padres de adolescentes, nos topamos con situaciones en las que las formas de dar respuestas se torna un poco complejo, y esto no depende exclusivamente del grado de complejidad de las preguntas, o que los temas que se charlen sean más “tabú” que otros (hasta tampoco del conocimiento que tengamos, porque de hecho, esa información se valida en nuestra experiencia y puede ser de gran utilidad). En este artículo, a lo que apuntamos, es a resaltar un factor que solemos pasar por alto, que es el grado de afinidad/confianza que haya en el vínculo con nuestros hijos, para lograr responder a sus curiosidades, y cuáles son las bases, para que nuestra información pueda ser transmitida y aplicada por ellos.

Sabemos bien, que la información sin acción, es simplemente información, pero cuando la aplicamos se convierte en conocimiento, e interpela de forma directa en el nivel de inteligencia que tengamos a la hora de tomar decisiones, es por ello que buscamos exponerte los factores más intrínsecos, que se ponen en juego a la hora de atender las dudas que se nos presenten por parte de nuestros hijos, y que tanto ellos como tú, puedan hacer algo con esa información, aplicarla o mismo a la vez afinar y potenciar su vínculo, convirtiéndote en una madre o un padre que RESPONDE. 

Además, como bonus, te dejamos un listado de posibles preguntas que puedan surgir en esta etapa de la adolescencia para que puedas prepararte o simplemente, debatir de forma interna si tu hijo pudiera estar preguntando esto y aún no ha recurrido a ti, de todos modos, será un indicador de acción para ti como padre, y las herramientas que te brindaremos serán de GRAN utilidad en ese caso.

La asertividad ¿Qué es? ¿Qué papel fundamental tiene en la vida de mis hijos?

Para entender a fondo que es la asertividad, primero explicaremos que NO es ser asertivo con nosotros mismos (recordemos que todo trabajo comienza en nuestro interior) con algunos de los pensamientos que surgen en situaciones que buscamos expresar nuestras emociones/pensamientos/necesidades a un otro: «A lo mejor no merece la pena contarlo porque, total, no ha sido para tanto», «quizá si le digo algo, se moleste y empeoramos las cosas», «está pasando mal momento y ahora voy yo con mi queja y le hiero tontamente», «ya se me pasará, mañana seguro que lo veo de otra manera»

Estas y muchas otras justificaciones que se presentan cuando queremos a una persona y nos sentimos molestos por algo que ha dicho o hecho, pensamos que es mejor guardarlo dentro de nosotros para no arriesgarnos a «romper» la relación que nos une, aunque lo único que estamos haciendo es generar un vínculo poco genuino, ya que estamos ocultando una parte de nuestro ser que nos compone, que son nuestras emociones. 

Es verdad, no decimos nada, pero tampoco dejamos de sentir. Y la otra persona percibe que algo nos sucede, algo que no sabe concretar. —«¿Qué le estará pasando?» —se pregunta. Dejamos a los demás una tarea más complicada: adivinar nuestro mundo interior y el resultado es siempre el mismo: un malentendido. Si revisamos nuestra vida, vemos que la mayoría de los malos momentos que hemos atravesado en las relaciones con los demás —amigos, padres, profesores, pareja, etc. -- se han debido a «malas interpretaciones». 

Por tanto, aprender a comunicar explícitamente con palabras adecuadas, lo que vives no solo evita sufrimientos innecesarios, sino que construye relaciones auténticas basadas en la confianza, la sinceridad y el mutuo respeto. Esto último, caracteriza a una persona asertiva, aquella que posee la capacidad de expresar pensamientos, deseos y opiniones de forma adecuada, clara, no siendo agresivo ni pasivo, haciendo valer su dignidad como persona y respetando la de los demás. 

Entonces… ¿Qué papel fundamental tiene en la vida de mis hijos la asertividad?

Si consideramos que todas las personas somos seres sociales, que se relacionan en distintos ambientes, podemos afirmar que desarrollar la capacidad de ser asertivos en sus vínculos, tiene una tarea crucial en sus vidas, tanto para sus vínculos familiares, como para sus vínculos externos al hogar, y la calidad de vínculos que generen nuestros hijos va a estar muy ligado al nivel de asertividad que posean, ya que serán personas que se expresan y no se dejan avasallar por las posturas de un otro, así mismo, formar un carácter simpático y honesto, que toda decisión estará respaldada desde el amor, propio y hacia el prójimo. 

¿Cómo puedo acompañar o ayudar a que mi hijo sea más asertivo?

Lo primero y más importante es enseñar a ser responsable en primera persona de sus sentimientos. Se llaman «mensajes yo». Es lo más difícil. Nos cuesta hablar desde nosotros mismos. Tendemos a echar «los balones fuera» y a pensar que la causa de mi estado de ánimo es lo que me han dicho o hecho los demás. Por eso nos expresamos desde los «mensajes tú» 

(Para esto último, te hemos dejado un banco de recursos al final del artículo que te será de gran utilidad)

Más allá del contenido brindado en el artículo, fomentamos a que armes “tu caja de herramientas” en todas las áreas de nuestra vida que son fundamentales (como la construcción de relaciones, el conocimiento y cuidado del propio cuerpo) y que muchas veces pasamos por alto, creyendo que el impacto de ello es insignificante, siendo realmente los pilares funcionales que nos permiten constantemente tomar mejores o peores decisiones. Y con esto último, no quiero decir que debas ir a lo más costoso, o que en todas las áreas debas invertir miles de pesos o dólares, hoy en día gracias a las redes sociales, podemos adquirir muchísima información de distintos canales que ahondan temas de desarrollo personal, y pueden sernos muy funcionales, un ejemplo en cuanto a relaciones puede ser @lovededucar.

Loved, es una organización que promueve la educación del amor que en los últimos 6 años sus dos fundadores, Indalecio Montemayor y Karla García, han diseñado un programa llamado RAAPI: Respuestas Adecuadas a Preguntas Incómodas. Una serie de cursos cortos, que indagan y proponen actividades, para estos momentos, de los cuales hemos estado hablando a lo largo del artículo (entre otros más). Una organización, dirigida por un padre y una madre como tú, un espacio de intercambio en el que encontrarás herramientas de apoyo para el día a día, en el increíble viaje de educar amando a tus hijos. 

Si tienes hijos que estén transitando la adolescencia, sin dudas estos recursos serán de gran utilidad para lograr generar estas respuestas adecuadas a preguntas incómodas, y tener un banco de información. En el siguiente link podrás ver todo lo que compone cada programa y como te potenciará en el camino de fortalecimiento del vínculo con tus hijos: https://www.lov-ed.org/raapi

BONUS: listado de posibles preguntas que puedan surgir en esta etapa de la adolescencia para que puedas prepararte o simplemente, debatir de forma interna si tu hijo pudiera estar preguntando esto y aún no ha recurrido a ti:

• Cuando tienes amistad con un chico, ¿puede ser algo más que amistad? 
• ¿Qué se siente cuando estás muy enamorado y cómo sabes que lo estás?
• ¿Es bueno enamorarse a nuestra edad?
• ¿Por qué, a veces, nos enamoramos de la persona equivocada? ¿Por qué cuesta tanto olvidar?
• Cuando tienes un buen amigo y te enamoras de él, ¿debes intentar no tener nada con él? ¿Se estropearía esa amistad, si lo tuvieses? 
• ¿Por qué los chicos demuestran pocas veces sus sentimientos?
• ¿Por qué acabas enfadando cuando se tienen opiniones o sentimientos distintos?
• ¿Por qué hay sexo, si dos personas no están enamoradas? 
• ¿Existe el amor eterno y para toda la vida?

Respuestas a estas y muchas preguntas más, puedes encontrarlas en https://www.lov-ed.org/raapi 

Fuente: Gonzales Rico, N. (2008). Hablemos de sexo con nuestros hijos (cuarta edición) [PDF].